Este domingo 24 de noviembre en las instalaciones de la policía local de Ciudadela, organizado por el SUP (Sindicato Unificado de Policía) y con la colaboración de los técnicos acreditados del Club Lluita Unió Balear, perteneciente a la Federación Balear de Lucha, se ha realizado el taller de iniciación a la Defensa Personal Femenina. Con algunas bajas de última hora, por diversos problemas, se reunieron a las 9:00 horas de la mañana para iniciar el taller con los el correspondiente calentamiento formado por acciones de tomas de decisiones junto con juegos de protección y confrontación.
Acto seguido algunos consejos sobre los conceptos de espacio personal, distancia de seguridad y autoprotección, dieron paso a las acciones centradas en las acciones de evitación y esquiva de agarres, junto a la necesidad de huir y buscar ayuda si procede. Las acciones de evasiones no traumáticas en los agarres a extremidades superiores en sus diferentes variantes ocuparon la siguiente media hora, ejecutándose primero mecánicamente para su aprendizaje para pasar a ejecutar las acciones en un entorno de enfrentamiento y huida. La autoprotección frente a golpeos seguiría en la programación. Era el momento de recuperar parte de las fuerzas perdidas y los participantes aprovecharon, cerca de las 11 de la mañana, para hacer un pequeño break.
En la reincorporación se hizo uso de unos “bats” presentes en las instalaciones para mejorar los golpeos de rodillas en las distancias cortas. Las situaciones de defensa en el suelo con el agresor en pie, tomaron el control, la forma de levantarse rápidamente con agilidad, rapidez y seguridad fueron las pautas que marcaron este periodo del taller. Con el tiempo avanzando velozmente pasamos a las acciones de estrangulación, comprobando los problemas que pueden llevar estas situaciones realmente peligrosas.
Practicando desde diversas posiciones las protecciones y evasiones de esas arriesgadas acciones, se tomó consciencia de la realidad y de la ficción promovida por películas o técnicas excesivamente elaboradas. Para finalizar el instructor fue respondiendo a diferentes dudas de las participantes, pasando a ejecutar libremente y espontáneamente lo aprendido en la jornada. Comentar que la labor del docente no fue solo enseñar algunas técnicas si no influir en la autoestima de las participantes de mostrando durante todo el taller que frases como “no tengo suficiente fuerza” o “es que si pesase más no podría” eran destruidas bajo la insistencia y voluntad de las participantes, logrando ajustar y consiguiendo los objetivos planificados del taller.